Comentario
La religión hinduista se muestra gráficamente en el arte con imágenes idealizadas, mediante las que se representa a seres con características sobrehumanas. Menos explicativo que el budista, el arte hinduista tiene como misión rendir pleitesía y adorar al dios titular del templo, y no enseñar o adoctrinar al devoto, lo que no impide que los brahmanes se sirvan de imágenes como herramienta didáctica.
En la evolución del arte hinduista se pueden apreciar, siguiendo a C. García-Ormaechea, cinco etapas. La primera comienza con la llamada Civilización del Valle del Indo y se prolonga hasta el siglo III; los siglos IV y V suponen el clasicismo, coincidente con el imperio gupta; la etapa medieval, entre los siglos VI y VIII, se caracteriza por la diversificación de formas -chalukya, rashtrakuta, etc.- y lugares -Ellora, Aihole, etc.-; la cuarta etapa, considerada un renacer del esplendor pasado, se desarrolla en el norte entre los siglos IX y XIII en centros como Bhubaneshvar, Khajuraho o el Monte Abu, y en el sur (VII-XVII) se prolonga desde el arte pallava al nayaka; por último, la etapa final del arte hinduista es considerada la de decadencia, coincidente con el dominio mogol, resaltando tan solo la miniatura de los siglos XVII y XVIII.